... a lo "de siempre".
Cuando yo estaba joven [o mejor dicho: más joven] amueblé y decoré mi primera casa propia con lo más moderno, lo más innovador, lo más colorido. En vez de las lámparas de péndulo [las de la casa de mi madre] instalé focos, en vez de empapelar las paredes con papel de dibujos imposibles [según mi opinión entonces] las tinté con pintura chillona, en vez de poner moqueta por todas las habitaciones cepillé las planchas de esta casa antigua y sellé la madera del suelo con laca de barco.
Los muebles [gracias a IKEA que estaba cerca] aún han sido baratas en aquel tiempos; no obstante se empleó mucho plástico y hierro de chapa fina. Me acuerdo de la mesita de salón: tres patas redondas de plástico rojo, el resto de acero inóxidable perforado, encima dos velas [que olían a canela] y un cenicero [de Acroroc, ya sabe: estos utensilios de hogar de cristal claro o tintado de negro o blanco en forma de octágono]. No llevaba mantel ni cubre.
Entonces pensé que los caminos de mesa artesanos han sido particulares de las casas de l@s ya-no-tan-jóvenes [como mi madre], igual que los armarios "viejos" de madera cruda barnizada, la vajilla decorada al estilo de Seltmann Weiden [una fábrica de porcelana bavarense] con dibujos del siglo pasado o más antiguos.
Entonces pensé que los caminos de mesa artesanos han sido particulares de las casas de l@s ya-no-tan-jóvenes [como mi madre], igual que los armarios "viejos" de madera cruda barnizada, la vajilla decorada al estilo de Seltmann Weiden [una fábrica de porcelana bavarense] con dibujos del siglo pasado o más antiguos.
Resulta que a lo largo de los años mi mesita de salón no ha sobrevivido el flujo del tiempo [ni mi gusto], al márgen de que se oxidó y las patas de plástico se han roto. Los colores llamativos de las paredes tenían que ceder a los colores más calmantes y hasta el suelo [aunque realmente genial] lo cubrí parcialmente con alfombras. La casa de mi madre siguió igual.
Llegó el cambio de vajilla y cristalería [el vidrio rompe muy fácil!] y hasta los focos no sobrevivían - tenían que hacer sitio a una iluminación más decente. Bueno, ya lo sabe: la casa de mi madre siguió igual con la tapicería de sofá y sillones de tela hecha a mano, con los muebles artesanales y item con los caminos de mesa. El único cambio en su casa han sido algunas de las lámparas de péndulo sustituyéndolas por lámparas de araña de cristal, todas únicas, hechas por un vidriero [el norte de Bavaria, es donde vive mi madre, es la cuna de la manufactoría de porcelana y cristal alemana].
Llegó el cambio de vajilla y cristalería [el vidrio rompe muy fácil!] y hasta los focos no sobrevivían - tenían que hacer sitio a una iluminación más decente. Bueno, ya lo sabe: la casa de mi madre siguió igual con la tapicería de sofá y sillones de tela hecha a mano, con los muebles artesanales y item con los caminos de mesa. El único cambio en su casa han sido algunas de las lámparas de péndulo sustituyéndolas por lámparas de araña de cristal, todas únicas, hechas por un vidriero [el norte de Bavaria, es donde vive mi madre, es la cuna de la manufactoría de porcelana y cristal alemana].
Como todas las regiones por el mundo tienen sus propios desarrollos según los materiales que se encuentra por defecto por allí, la isla de Fuerteventura se ha hecho un nombre esperanzador tanto en la elaboración del queso de cabra y la plantación del tomate incomparable sobroso como en la elaboración artesanal de telas, destinadas a confeccionar ropa de hogar como sábanas, manteles, paños, bolsos o vestimientos para ir al campo o de fiesta.
En los diversos centros de artesanía repartidos por la isla [Betancuria, Antigua, Lajares, Tefia por nombrar algunos lugares] el Cabildo de Fuerteventura, asociaciones y particulares en cooperación con el Cabildo intendan mantener viva la artesanía tradicional isleña.
Artesanía no solo se limita al trabajo con telares, sino todo el material de uso diario incluso algunas herramientas autóctonas son de fabricación propia, hecho a mano.
Cestería, alfarería, cantería, carpintería, molinería y un largo etcétera son profesiones en extinción en nuestro moderno e industrializado mundo, donde sale [casi] todo de cadena de montaje, todas las unidades iguales, todas "perfectas", todas en miles, todas de plástico o fibra química.
Hoy día apenas hay individualidad, las casas se constuye en urbanizaciones con cientos de casas iguales, el amueblado se repite en el interior, los coches se parecen el uno al otro, y hasta los hombres, mujeres y niñ@s se visten igual, la misma ropa, la misma bisutería - y ni siquiera por los alianzas se puede distinguir quién está casad@ con quién.
Hoy día apenas hay individualidad, las casas se constuye en urbanizaciones con cientos de casas iguales, el amueblado se repite en el interior, los coches se parecen el uno al otro, y hasta los hombres, mujeres y niñ@s se visten igual, la misma ropa, la misma bisutería - y ni siquiera por los alianzas se puede distinguir quién está casad@ con quién.
Le recomiendo una visita de alguno de los centros de interpretación, p.e. el Ecomuseo de La Alcogida de Tefia [horario: 10.00 h - 18.00 h, domingo y lunes cerrado] que tiene la exposición más amplia de los distintos trabajos manuales, donde se puede ver, tocar y asistir el labor antiguo de estas profesiones apenas conicidas en los ciudades grandes del Europa moderno.
Si está interesad@ en más información sobre la isla, l@ sugiero el libro "La Isla de Fuerteventura". Una previsión del libro puede ver en Google Books. [Los vínculos abren ventanas nuevas.]
Si está interesad@ en más información sobre la isla, l@ sugiero el libro "La Isla de Fuerteventura". Una previsión del libro puede ver en Google Books. [Los vínculos abren ventanas nuevas.]
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