miércoles, 3 de diciembre de 2008

Vuelven a regentar los Reyes Mahos

Se acercan las fiestas navideñas, el salto del año y la celebración del viaje dádiva de los Reyes Magos. Costumbres que han sido adaptadas de la sociedad dominante pasada la Edad Media hasta los tiempos modernos, actualizadas a mitad del camino hacia nuestra época. En este camino de alrededor de dos milenios se han perdido o simplemente borrado costumbres, creencias y conocimientos de civilizaciones que no han sido convenientes a los autoridades entonces dominantes y que interfirieron con la idea mundial sobre la tierra en distintas épocas de la evolución humana en europa central hasta el oriente medio.

No se sabe mucho sobre las fiestas de los antiguos moradores de la isla, cuyo dominio sobre este terreno terminó con la arribada de sus nuevos autoridades castellanos hace más de seis siglos. Suponemos que se fijaron en los ciclos celestes, parecido a muchas otras culturas antes de sus 'descubrimientos' por invasores del mundo moderno, que impusieron sus valores culturales y religiosos a la fuerza bruta. Con el paso de tiempo se quedaron en olvido las supersticiones endémicas, las culturas insólitas, las religiones individuales.

Hoy día nos fijamos en estos valores antiguos, importante parte del funcionamiento de la sociedad del pasado, intervenimos para salvar lo poco que queda de culturas ya muertas, interpretamos - o por lo menos lo intentamos - hallazgos rupestres y demás señales de vida en forma de garabatos de nuestro antepasados ancestrales para determinar sus conocimientos de la vida, del mundo, del universo.

Salvamos dibujos de pies, grabados en placas de piedras en lo alto de una montaña, en los cuales vemos e interpretamos el estatuto de una sociedad entera, tanto el comportamiento y la religión como los conocimientos de la astrología y geología de un pueblo del mundo antiguo que hemos borrado antes de ellos han podido explicarse al respeto, siendo hoy día incapaces de determinar su significado, con toda la técnica moderna de la que disponemos.

Póstumo les agradeceremos que han sido presentes en estas fechas concretas. ¿Qué hubiera pasado si la isla hubiera sido despoblada cuando los vasallos de la Corona de Castilla la sometieron bajo su dominio? ¿Si hubiesen adentrado los descubridores en spe por el territorio majorero y no hubiesen encontrado a nadie?

Ni siquiera existiese el término 'majorero'.

Saludos de Ayose y Guise.


lunes, 27 de octubre de 2008

Un trabajo duro

Los objetos más fotografiados en la isla son sin duda los molinos de viento, más o menos bien conservados y restaurados. Salvo algunas excepciones, la mayoría de estos testigos del pasado se encuentran situados en la periferia de los pueblos norteños - Valles de Ortega, Villaverde, El Corte, El Roque son solo algunos ejemplos.

Poca gente se acuerda del duro trabajo de un molinero y su familia. Hoy día compramos la harina directamente en el súper, en paquetes de uno, dos o 5 kilos. Todo el proceso está automatizado y ayudado por máquinas, desde la carga hasta el empaquetado. Una labor de la que ha tenido que encargarse el molinero y la molinera por completo con una única ayuda, la del viento.

Pero como ya he dicho, esto es historia del pasado. Hoy día nos fascinan los molinos por lo poco común que son en el actual paisaje de nuestro mundo moderno. Por suerte algunos nostálgicos han salvado estos inmuebles del derribo, los han reformado y en algunos casos los molinos más grandes han sido destinados como vivienda.

En la isla no hay molinos tan grandes como para vivir en ellos, pero sí hay más que una docena bien conservados, y hoy día se encuentran bajo protección estatal, declarados como patrimonio histórico. Uno de los mejor restaurados es el molino de Los Llanos de la Concepción, situado en la perifería del pueblo, accesible a través de algunos caminos de tierra.

Merece una visita.


domingo, 19 de octubre de 2008

Siluetas

Durante el ocaso vuelve la calma en el paisaje montañoso del interior de la isla. Los turistas diurnos han regresado a sus hoteles y pensiones, preparándose para la cena y la fiesta de la noche. En algunos pueblos marineros de la costa oeste aún hay espectadores observando los últimos brillos del sol mientras este desaparece lentamente en el horizonte, hundiéndose poco a poco en el mar, iluminando el cielo con un gran arco de colores.

En las montañas regenta la tranquilidad, nada queda del ajedreo del día - autobuses y coches, y más autobuses y más coches. Las cabras, gaviotas, cuervos y ardillas de nuevo se han adueñado de las carreteras en las montañas y de los miradores a lo largo de la isla.



En esta tranquilidad, a escasos minutos del anochecer, se están cambiando los colores de las montañas. Los colores brillantes paisajísticos bajo el sol durante el día - tonos suaves en marrón, ocre y color arena - se convierten en tonos más calientes y fuertes. Los contrastes aumentan hasta el límite de "ó luz ó sombra", hasta el punto que el ojo humano únicamente percibe impresiones de siluetas en este escenario de la naturaleza.

Hace milenios, la vida humana se paralizó en este instante y se reanudó con los primeros rayos de luz del próximo día. En las montañas alejadas parece que sigue así, quedándose tapado todo con el manto de la noche, pausando la vida hasta el nuevo día.



sábado, 18 de octubre de 2008

En primer plano

Todo lo interesante ya cuenta con un amplio interés público y se transmite por tv, se hace noticia en la mayoría de los newsletters digitales, portales del internet y los periodicos convencionales. Cámaras y fotógrafos se ocupan de los mejores imágenes que luego podemos apreciar. Y como son buenos, nadie los ve nunca. Claro: tienen pegados los ojos en el visor para captar lo mejor para nosotros. Y aunque fuesen los mejores, con fotos premiadas y quién sabe qué más - puede ser este a tu lado - no te vas a enterar, porque no los has visto nunca, solo sus fotos. Así, un premio de nuestra parte a todos los fotógrafos, cámaras y todos ellos, quienes ven el mundo principalmente a través de esta pequeña lente y nos alegran tanto la vista con sus bellas imágenes.


domingo, 7 de septiembre de 2008

La puerta celeste



Dicen las leyendas que los Dioses eligieron la isla como refugio, conocida entonces como 'La Afortunada' y fuera del alcance de los mortales. Allí se instalaron en sus mansiones para un merecido descanso, una vez acabados sus trabajos, que consistían en heroicidades y también fechorías.

Bajaron desde el cielo, porque el recorrido a través de las nubes era más rápido que por tierra firme y porque desde allí arriba estaba el único acceso a este sitio remoto, impidiendo así la entrada a los indignos a este lugar divino.



La puerta celeste se encuentra donde las columnas del firmamento se apoyan temporalmente en las cúpulas de la tierra firme. Pasaron muchos dioses por estas puertas, sobre todo los de la saga griega, en búsqueda de tranquilidad, lejanía y el disfrute de la belleza que ofreció esta isla.

Si se encuentra algún día en lo más alto de una montaña rodeado de nubes, preste mucha atención, porque aún puede ver bajando los dioses y diosas a estas preciosas tierras.



Fotogénicos y curiosos


Claro que a todos nos gusta que nos saquen una instantánea lo mejor posible cuando nos tomen una foto para la posterioridad, aunque las fotos más graciosas a veces salen justo cuando menos esperamos haber sido eternizados. Las fotos 'artificiales', como a mi me gusta llamarlas, estas grabaciones donde enseñamos unas risas falsas con posturas imposibles, serán colocadas en los álbunes familiares, que luego nadie quiere ver. Pero las tomas 'naturales', cuando nos graban justo en estos momentos menos esperados, se convierten realmente en las más buscadas y (ad)miradas.



Mientras nosotros nos colocamos en la mejor postura para perfilar toda nuestra gracia en una sola foto, o por lo menos pensamos que lo estamos haciendo, a los animales les mueve la curiosidad acercándose a la lente de la cámara. La inocencia y el movimiento natural les convierte en los modelos mejor valorados por los artistas fotográficos, que sean profesionales o amateurs, que sus competidores humanos.



La curiosidad les hace acercarse e imitar al personaje, que está detrás de este aparato con un único ojo. Los animales observan con cierta despreocupación a la persona de enfrente, que está haciendo el payaso doblándose, torciéndose y tirándose al suelo en poses abstractas, buscando la perspectiva perfecta. Y parece que esten divierténdose y siguiendo nuestro juego.



Vivir solo una noche

Durante una limpieza en el jardín - quité todo esto, que llamamos 'malas hierbas' y ¿porqué? - me acercé de espaldas a un cactus, y como no pudo ser de otra manera, me pinchó donde más nos duele. Dándome la vuelta para insultarlo, me dí cuenta de que solo quería defender su sitio en este jardín. Le hubiera empujado y probablemente hubiera caído de espaldas. Le rodeé y en lo más alto de su corona ví algo blanco, protegido a esta altura por largos y duros pinchos que cubrieron todo el tronco de unos dos metros hacía el cielo.

La curiosidad me hizo escalar el muro que estaba a poca distancia, para poder ver mejor este descubrimiento. Ha sido una flor. Pero no solo una flor normal y corriente, sino LA FLOR. Blanca, como la nieve que nunca ha cubierto estas tierras, con unos pétalos que acababan en pico, con un ligero tono de rojo en sus puntiagudos pétalos, protegiendo sus filamentos que van de un suave amarillo claro a un naranja pálido en sus bulbos.

Llevo años limpiando este jardín, pero nunca me fijé en este cactus. Quizás por eso me llamó la atención a su manera, algo brusca. Y lo ha logrado. Ahí arriba, lo mejor preparado para rechazar cualquier ataque e inalcanzable para los seres vivos, se expuso como una auténtica joya sobre su reino. Esta flor solo vive una noche. Por eso nunca noté su presencia, quizás efímera y volátil, pero sin duda plena de belleza.

Tanto armamento a tanta altura para proteger la Reina de una sola Noche. Que pobres somos los humanos. Llevamos años y años con distintos medios para mejorar nuestro aspecto, para camuflar una no deseada apariencia, para esconder nuestro envejecimiento, para querer tener una presencia envidiable durante el más largo tiempo posible. Y una simple flor tan bella se limita a enseñar toda su hermosura solo durante unas pocas horas y para colmo, abre su cáliz poco antes de anochecer, brilla con todo su esplendor escondido bajo el manto de la oscuridad y muere con los primeros rayos del sol del nuevo día.

No quiere mantenerse, ni lo intenta. No la hace falta público, ni aplausos, ni espectáculo. Vive una sola noche a lo más grande que se puede imaginar - para si misma.

Me gusta esta flor, la 'Reina de la Noche'.

lunes, 25 de agosto de 2008

Y yo - me quedo!

La mar es un fenómeno de la naturaleza incansable, que solo se ve similar en los primeros días o meses de vida de los seres vivos. Los cachorros de toda la clase de seres intentan levantarse y andar, y aún se caerán decenas de veces, no pararán hasta haberlo conseguido.
Las interminables olas, en sus repetidos y repetidos intentos de alcanzar la tierra firme, parecen ser estas crías, que no se cansan, aunque en un principio fracasan. Puesto que algún día de estos, los niños se levantarán y - andarán. Si las olas finalmente logran su objetivo, con cierta seguridad puedo decir, nosotros ya no vamos a saberlo.



La mar siempre ha fascinado a los humanos, ó por ser una fuente de alimentación ó por ser la razón de increíbles historias, partiendo de los secretos de unas profundidades oscuras. Muy temprano, el hombre ha buscado la forma de dominar esta fuente de toda la vida terrestre - y siempre fracasó. La paciencia de la mar, casi siempre bondadosa y generosa, nos permite que sigamos viviendo, que sigamos vivos.



A mi personalmente me llama la atención estos intentos infinitos, incansables, insaciables de alcanzar nuestro hábitat. A lo lejos, todas las olas parecen iguales. Cuando rompen en las playas, acantilados o los monolitos en el agua, se dispersan en millones y millones de gotas grandes, pequeñas y apenas visibles, dejando unas formas extravagantes nuevas cada vez. Me paso horas sentado delante de estas fascinantes obras de arte en movimiento. Y cuanto más tiempo estoy sentado allí en primera fila, más tengo la impresión, de que la mar lo hace solo para mi, me ve, me observa y quiere que contemple su espectáculo. Y yo - me quedo!



domingo, 24 de agosto de 2008

Un planeta verde?

Puesto que en los últimos días hubo un eclipse lunar, exactamente el día 16 de agosto. Ha sido una noche larga - sobre todo con los mosquitos alrededor. Y no les hablo de las mosquitas...!
Atacaron como locos (y locas) a causa de este fenómeno celeste y parecía que querían aprovechar 'la última cena'.

Probé varios enfoces con mi cámara (creo que saqué unas 250 fotos de nuestra preciosa luna), con lente abierta y cerrada, tiempo largo y corto, ajuste de blanco, brillo, etc. - no usé filtros.
Durante un ataque de un mosquito (¿o ha sido una mosquita?) me salió esta foto de un planeta verde en las proximidades, que dejó su iluminación de tono verde hasta la luna ;-)

¡Ojo! No todo lo que parece ser real, realmente lo es.
No obstante, la foto es curiosa ¿verdad?

La foto es del 16 de agosto de 2008 a las 23:13 hora local, Fuerteventura, islas Canarias.


Dibujando en los aires!

Lo cierto es que las mejores 'pinturas' todavía nos las enseña la naturaleza. Hasta los grandes pintores humanos solo se limitan a realizar simples bocetos, intendando interpretar esto que les ha enseñado nuestro mundo. Saludos a Rembrandt, Dalí y Monèt.

Aquí les dejo una imagen, grabada del satélite Meteosat9 el día 24 de Agosto de 2008 a las 09:00h de la mañana.

sábado, 23 de agosto de 2008

Tibiabin Yraya

Tenemos un nuevo miembro en nuestro equipo. Se presentó por la tarde algo exhausta, pero con un almuerzo de salchicha de pollo y agua se recuperó rápido.
Aún no la hemos asignado un puesto en concreto a la salamanquesa, así de momento se queda de modelo.
Por cierto, su nombre es Tibiabin Yraya.

Y aquí les dejo alguna foto...