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martes, 15 de diciembre de 2009

¿Tienes tiempo para acompañarnos?


Siempre me preguntan: ¿Qué hay allí?
ALLÍ es el otro lado costero de la zona turística conocida como Costa Calma, el Barlovento.

Muchos que vienen de ciudades grandes, sea del país que sea, lejos de las costas de la mar, con atascos de tráfico a diario, con metros llenos, con aire contaminado, que no ven el sol durante meses, que viven encajados en barrios sátelites, que vienen de vacaciones a mi isla y me miran y comentan: "... pero aquí no hay nada! ..."

El NADA siempre depende en el ¿QUÉ? están buscando.
Viví en ciudades grandes, Munich, Frankfurt, Düsseldorf, Berlin, Atenas, Valladolid, por nombrar algunas. Tienes todo a tu alrededor, accesible en pocos minutos. ¿Pero realmente lo aprovechas? ¿Te puedes permitir aprovechar la oferta que hay? ¿Lo difrutas?

Sea como fuera, lo que nos distingue del resto del mundo vivo es la individualidad, que podamos elegir nuestro estilo de vida, donde nos asentamos, lo que hacemos o no.

Ponte cómodo/da, relax y acompáñanos, te enseñaremos lo que hay al otro lado de la isla ...
[Míralo en HQ, son imágenes muy bonitas !!! Y si quieres verlo aún más grande, vete directamente al servidor de YouTube http://www.youtube.com/watch?v=erUKBQ66Nhs]



¡Hasta la próxima! Besos.

lunes, 25 de agosto de 2008

Y yo - me quedo!

La mar es un fenómeno de la naturaleza incansable, que solo se ve similar en los primeros días o meses de vida de los seres vivos. Los cachorros de toda la clase de seres intentan levantarse y andar, y aún se caerán decenas de veces, no pararán hasta haberlo conseguido.
Las interminables olas, en sus repetidos y repetidos intentos de alcanzar la tierra firme, parecen ser estas crías, que no se cansan, aunque en un principio fracasan. Puesto que algún día de estos, los niños se levantarán y - andarán. Si las olas finalmente logran su objetivo, con cierta seguridad puedo decir, nosotros ya no vamos a saberlo.



La mar siempre ha fascinado a los humanos, ó por ser una fuente de alimentación ó por ser la razón de increíbles historias, partiendo de los secretos de unas profundidades oscuras. Muy temprano, el hombre ha buscado la forma de dominar esta fuente de toda la vida terrestre - y siempre fracasó. La paciencia de la mar, casi siempre bondadosa y generosa, nos permite que sigamos viviendo, que sigamos vivos.



A mi personalmente me llama la atención estos intentos infinitos, incansables, insaciables de alcanzar nuestro hábitat. A lo lejos, todas las olas parecen iguales. Cuando rompen en las playas, acantilados o los monolitos en el agua, se dispersan en millones y millones de gotas grandes, pequeñas y apenas visibles, dejando unas formas extravagantes nuevas cada vez. Me paso horas sentado delante de estas fascinantes obras de arte en movimiento. Y cuanto más tiempo estoy sentado allí en primera fila, más tengo la impresión, de que la mar lo hace solo para mi, me ve, me observa y quiere que contemple su espectáculo. Y yo - me quedo!